En mayo de 2003 se presentan las bases de la licitación “Concesión para la Construcción, Administración, Explotación y Mantenimiento del Terminal de Buses”. En su contextualización el municipio reconoció el devenir histórico del espacio en que se consolidó el servicio de pasajeros de la capital regional a través del tiempo.
Es así como las bases plantearon que “la ubicación geográfica y funcional de la ciudad, como término de la depresión intermedia y comienzo del Chile Insular, y a su vez, de desembarque de cruceros de turismo internacional y fin de la carretera que recorre el país de norte a sur Ruta 5, emplazan a la ciudad en un punto estratégico con respecto a los demás poblados, sobre todo hacia el sur del país, ya que convierten a Puerto Montt en un centro articulador. Un paso obligado, una ciudad de servicios, un nodo donde convergen circulaciones internacionales, nacionales, comunales y rurales”.
Más adelante, explicó que “la actual ubicación del terminal es un punto geográfico estratégico e intermodal, un centro articulador, en donde se encuentran flujos terrestres y marítimos, interregionales, intercomunales, interurbanos, interrurales e internacionales”. Se trata, en definitiva, de un punto estratégico de conexión de la Ruta 5 y el lugar en donde además se inicia la Carretera Austral, es decir, el punto exacto en que Chile se conecta hacia el extremo sur. En ese momento se presentaron dos propuestas: una por $1.277 millones y 19 años de concesión y una segunda por $11.117 millones, casi 10 veces superior que la primera propuesta. Finalmente, la Municipalidad optó por esta segunda opción con un contrato de licitación por 47 años, el cual fue suscrito en febrero de 2004. Las obras del nuevo terminal comenzaron en el segundo semestre de 2008.
La puesta en marcha de la histórica licitación no fue sencilla. Hubo que abordar temáticas relacionadas con la normativa de construcción, lo que obligó a realizar una serie de ajustes al proyecto original, sin que perdiera su espíritu.