El devenir del Terminal de Buses de Puerto Montt se encuentra íntimamente ligado a la historia misma de la capital regional.
Al buscar sus orígenes, nos encontramos que hasta antes del terremoto de 1960 la ciudad contaba con servicios de buses que aseguraba la conectividad de Puerto Montt con Las Quemas y Puerto Toledo, mientras que el transporte de pasajeros desde y hacia Puerto Varas se realizaba preferentemente por tren.
Hasta entonces, el llamado Terminal de Buses Rurales era, en realidad, la esquina de Urmeneta con Vicente Pérez Rosales, donde las máquinas tomaban y dejaban los pasajeros.
La década del 60 trajo para Puerto Montt una revolución de infraestructura vial. A la consolidación de la Carretera Panamericana se sumaron los caminos a Pargua, Calbuco y Maullín. De alla en adelante, comenzaron a aparecer los primeros servicios interprovinciales, tanto a Chiloé como al norte. A partir de estos hitos que conllevaron el aumento de los servicios de buses, el Terminal de Buses Rurales debió trasladarse a calle Andres Bello, al lado del Edificio España, donde hoy se ubica una estación de servicio de la cadena Petrobras. Este era un establecimiento precario, no más que un sitio eriazo sin andenes o techos, pero era aquí donde los buses con destino a Calbuco, Los Muermos y Maullin tomaban y dejaban pasajeros. Al frente del terreno, por Andres Bello, se encontraban las oficinas de ventas de pasajes.